Cine y Artistas: La joven de la Perla (Vermeer)

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La joven de la perla se trata de una película que capta el ambiente pictórico del mundo flamenco desarrollado a finales del siglo XVII. Basada en la novela de Tracy Chevalier (que realiza una ficción artística al crear una historia sobre la existencia del modelo humano en el que se basó Vermeer para la creación de sus grandes retratos, en especial el de la joven de la perla). De tal manera que lo que vemos en la pantalla está más alejado de un biopic convencional al uso, distanciándose de los límites más habituales de este tipo de cine.

De todas maneras, y desconozco si esto sucede también en la novela, la trama no es realmente lo más interesante de la película. Tampoco es que la película intenté centrarse o funcionar como una película al uso, de tal manera que el planteamiento nudo y desenlace de la obra quedan bastante difuminados. Pero aquí viene el debate principal de la película, ¿Esto es intención del director? Porque por momentos no sabemos si es que los personajes le importan un pimiento o es que pretende mostrar exprofeso la total frialdad de ciertos aspectos, como la personalidad de la protagonista o el ambiente en el que se desenvuelve.

Y es que realmente hay cosas que no entendemos en la película. Desconozco si es por culpa del trabajo en la sala de montaje, pero hay líneas argumentales que quedan borradas. El personaje de Cillian Murphy es quizá la mejor prueba de ello. Se puede comprender que la protagonista navegue entre dos amores, de hecho se ve clara la relación que pretende realizar Peter Webber, diferenciando el amor más carnal y pasional (no por nada su profesión es la de carnicero) con un amor más intelectual e idealizado (el de la protagonista con el propio artista). Pero se dejan más cosas en el tintero que plasmadas. Hay apuntes interesantes, como el rojo tan sanguinolento (de la carne, colores del mercado..) para definir la pasión, mientras que la habitación donde Vermeer pinta, situada arriba, se trata de un ambiente mucho más simbólico, casi sacro.

images (1) Al pobre Cillian Murphy no le hicieron un gran favor con el papel.

Pero el personaje interpretado por Scarlet Johansson navega entre la nadería más absoluta. Como musa poco caché nos impone. De hecho cuesta creer que signifique algo para el propio pintor, porque decir que es una mujer de pocas palabras es quedarse corto. Una cosa es que la chica sea mona, pero hombre, para verla encogerse de hombros durante hora y media pues tampoco nos vale.

Por eso realmente lo significativo es la estética que se utiliza para la película, realmente se trata de una absoluta maravilla. El director elabora una fotografía basada casi totalmente en toda la carrera de Vermeer. No es extraño que cada dos planos recordemos la maravillosa pintura del genio holandés (por eso el piso superior es tan importante, pues muchos cuadros reflejan esta parte del interior de la casa). Y también, Por eso la luz (aspecto más que fundamental en la obra de Vermeer, sólo hace falta recordar la obra de la lechera) recibe tanta importancia en la película. No es sólo que Webber haya sido capaz de captar la luz en múltiples registros, viendo las diferentes maneras como esta influye en todos los aspectos de la vida y de los objetos (recordemos la conversación acerca del color de las nubes). Pero además se encetan interesantes debates acerca de esta misma. De todas maneras el director no se anquilosa en esta única estética sino que sabe muy bien jugar con los contrastes y pasar de una fría fotografía a otra que comparte una gama cromática mucho más colorida. También es importante destacar como el director no tiene reparos en jugar constantemente con resaltar otros aspectos, incluso de manera artificial. De hecho es una gran muestra el material del lapislázuli (un azul fuerte, valorado desde el bajo renacimiento como uno de los elementos más preciados entre los patronos), realzado en la película, seguramente mediante algún elemento tecnológico. Hasta la cámara oscura, con la que Da Vinci ya experimentó (una técnica utilizada por gran cantidad de pintores) sale representada en la película.

18864195.jpg-r_640_600-b_1_D6D6D6-f_jpg-q_x-xxyxx La luz, una de las constantes de la película.

Así como la mayoría de obras de la pintura holandesa nos muestran y se centran en gran cantidad de detalles, pintura de género que de mala manera se generaliza, dejando los grandes cuadros históricos y religiosos para otros países, de igual manera hace la película, mostrándonos una gran cantidad de detalles (sólo tenemos que ver la secuencia del mercado) y dejando las grandes historias de banda.

Por otra parte tanto el personaje de Vermeer (interpretado por Colin Firth) como el de su mecenas (interpretado en este caso por Tom Wilkinson) carecen de fuerza. De hecho el pintor parece un pusilánime ante su propia esposa. La historia del mecenas por otra parte queda como cortada y se deja a medias.

 

6/10

Kyrios

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